jueves, 10 de mayo de 2012

¿Los cuentos de hadas existen?

¿Los cuentos de hadas existen?

Comenzaban a soplar los vientos de aquella primavera, y junto a ellos el cariño entre Martina y Benjamín era cada vez más grande. Intentaban verse el mayor tiempo pudieran, mientras los horarios se los permitieran y cuando eso ocurría ya casi como una  tradición era ir por un café en la tarde y pasar luego tomados de la mano, admirándose uno al otro. Las personas cercanas a ellos lograban ver sus sonrisas  aquel brillo en sus ojos que daba prueba de que lentamente un amor muy profundo comenzaba a encontrarse en lo mas profundo de ellos, sin poder ellos tener el control o explicación de lo que estaban sintiendo. 
Luego de pasear un rato juntos, Benjamín la acompañaba hasta donde ella debía ella tomar colectivo a su casa. Allí siempre se abrazaban y besaban como si fuera la última vez, pues querían tener ese sabor en sus labios hasta verse nuevamente. Mientras Ella se iba en el taxi, cuando ya la noche caía en la cuidad, el comenzaba su camino rumbo a casa, lo mas rápido posible, pues sabia que al llegar estaría su amada conectada o algún mensaje de ella tendría. Pues este día no era la excepción por lo que cogió rápidamente su computador y reviso su tan esperado mensaje. 

         - ¿Porque debes ser así de perfecto amado mio? - comenzaba el mensaje de Martina - Me encantaría prolongar cada momento a tu lado por mucho más tiempo. Tengo tanto cariño por ti amor que a veces me crea un susto pero a la vez me alegra pues me siento muy feliz a tu lado. Es como dice una canción: " y fue tan fácil, quererte tanto...algo que no imaginaba”. Sé que será todo casi perfecto estos días pero sea así por mucho tiempo amado mio, pues en tan poco tiempo tengo un cariño hacia ti como si te conociera de mucho antes y mi corazón te hubiese reconocido. Espero no solo quede en palabras que con el tiempo solo se las lleve el tiempo. Ahora seguiré mis estudios, debo seguir estudiando. Estos días que no nos veamos no será lo mismo sin ti y sabes que te extrañare más de lo que tú crees. Éxito mi feíto hermoso. Cuídate mi amado Benjamín, mucho éxito en sus cosas. Martina.

Con un suspiro Benjamín termino de leer aquel mensaje que su amada Martina dejaba en su computadora y con solo leerlo sus ojos le iluminaron como si fuera la única luz dentro de esta habitación en penumbras. Luego de varios suspiros y recordar en su mente el hermoso rostro de Martina, con sus mejillas coloradas, aquel cabello castaño que caía por sus rostro y esa pequeña nariz... comenzó a escribirle en respuesta a ella.

          - Amor mio, sé que tienes miedo, al igual que yo y si es verdad, los primero meses quizás son cuando todo nos calza perfectamente, pero quiero y te prometo que luchare para que todo esto que esta comenzando hace tan poquito se prolongue por toda la vida. No se trata de que sea yo el perfecto, pero a tu lado puedo lograr ser mejor hombre de lo que ya soy, tu me hace ser especial y detallista y sé que seremos muy felices y no importa el resto. Eres la persona que en mis sueños siempre busque, cumples con todo lo que puede hacerme ser mejor y eres la mujer más tierna y hermosa que conozco...si y algo celosa, pero me encanta por que es tu forma de demostrar tu interés por mí. Amada mía te quiero mucho y eres una personita muy especial para mí. Te envío a distancia un beso enorme y un gran abrazo. Cada día que pasa será tu aroma y sabor de tus labios los que me acompañaran hasta que nos veamos nuevamente. Descansa Martina mía. Benjamín.

Al pasar de los días comenzaron a salir mas y mas  disfrutar cada día que podían juntos, pues el sentimiento entre ellos era mas grande, el cual poco a poco dejaron de temerlo pues estaba viviendo una felicidad juntos. Benjamín aun estando en la escuela, mientras Martina cursaba su primer año de universidad, siempre e las arreglaban para lograr verse. Como ya era de costumbre comenzaron a tomar café en una de las calles de la ciudad, “Musetti” se llamaba aquel lugar. O cuando no podía, un café de maquina era la mejor solución. Ella siempre su café cappuccino vainilla, mientras él tomaba solo el cappuccino. Él siempre la dejaría en el taxi para su casa, mientras ella lo observaba cuando el caminaba en dirección a tomar su camino. 
Toda las noches conversaban largas horas, sin darse cuenta pues lo pasaban bien soñando. Así era cada segundo entre ellos y pasaba su tiempo tan rápidamente que no se daban cuenta cuando estaba por cumplir un mes junto a su amada. 

Benjamín sabia que el cumpleaños de Martina se acercaba, pues pensó en darle una gran sorpresa que ella jamás en su vida olvidaría. Pues también se jugaba cada alternativa el con esto. Pues tenia fe de que seria perfecto. Jamás había hecho algo en madera pero esta era la primera vez que lo haría. Así que solamente comenzó a tallar y a crear el mejor regalo que podía hacer. 

Pero no podía ser solo un regalo, debía tener algo muy especial que marcara la  diferencia. Pues en ese momento pensó en una pregunta que ya era tiempo de hacerla.


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